
En lo que va de 2025, la tasa de usura en Colombia ha registrado su tercera alza consecutiva, generando preocupación entre consumidores, empresarios y analistas económicos. Esta medida, que define el límite máximo legal que las entidades financieras pueden cobrar por los créditos de consumo y ordinarios, impacta directamente el acceso al crédito y el costo de endeudamiento para millones de colombianos.
¿Por qué ha vuelto a subir? ¿Cuáles son las implicaciones para las finanzas personales y empresariales? En este artículo explicamos en detalle los factores que han impulsado esta decisión y qué podemos esperar para el resto del año.
¿Qué es la Tasa de Usura?
La tasa de usura es el porcentaje máximo de interés que puede cobrar una entidad financiera por un préstamo o crédito, de acuerdo con lo establecido por la Superintendencia Financiera de Colombia. Se calcula tomando como base el interés bancario corriente (IBC) y sumando un 50% adicional.

Por ejemplo, si el IBC es del 20%, la tasa de usura se ubicará en el 30%. Su propósito es proteger a los consumidores del sobreendeudamiento y del abuso financiero.
¿A Cuánto Asciende la Tasa de Usura en Mayo de 2025?
La última actualización, correspondiente a mayo de 2025, ubicó la tasa de usura en 41,92% efectivo anual para créditos de consumo y ordinarios, un incremento frente al 40,57% del mes anterior.
Este aumento refleja la dinámica ascendente del interés bancario corriente, que también fue ajustado al alza por la Superfinanciera. La tasa de usura ha subido casi 4 puntos porcentuales desde el inicio del año, marcando una tendencia que genera tensiones en el sistema financiero y entre los consumidores.
Factores que Explican el Aumento
Según analistas del sector financiero, el alza de la tasa de usura en 2025 responde principalmente a:
- Política monetaria del Banco de la República: aunque ha comenzado una reducción paulatina de las tasas de interés de referencia, estas aún se mantienen en niveles altos para combatir la inflación.
- Inflación persistente: a pesar de la tendencia a la baja, la inflación aún está por encima del rango meta del Emisor, lo que obliga a mantener el costo del crédito elevado.
- Mayor riesgo de impago: el aumento del endeudamiento de los hogares y la desaceleración económica elevan el riesgo de morosidad, lo que lleva a los bancos a encarecer los préstamos para cubrir eventuales pérdidas.
Estos factores combinados justifican el ajuste técnico que realiza la Superintendencia cada mes, y que refleja el comportamiento real del mercado crediticio.
Impacto en los Colombianos
El principal efecto de esta subida lo sienten los consumidores que recurren a créditos de consumo, tarjetas de crédito, libranzas y préstamos personales. A mayor tasa de usura, mayor es el interés que pagan mensualmente, encareciendo el servicio de la deuda.
Para las microempresas y trabajadores independientes, que suelen acceder a financiación en condiciones menos favorables, este aumento representa un reto adicional para mantenerse al día con sus obligaciones.
Además, muchas entidades ajustan sus tasas internas basadas en la tasa de usura vigente, por lo que los créditos nuevos se otorgan a tasas más altas, mientras que los existentes pueden mantener condiciones fijas o variables según el contrato.
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Recomendaciones para los Consumidores
Frente a este panorama, los expertos en finanzas personales recomiendan:
- Evitar nuevos créditos si no son estrictamente necesarios.
- Priorizar el pago de deudas con mayor tasa de interés.
- Reestructurar créditos con entidades financieras si la carga es insostenible.
- Buscar alternativas de financiación más económicas, como cooperativas o préstamos familiares.
También es fundamental mantener un presupuesto ajustado y mejorar los hábitos de ahorro para reducir la dependencia del crédito.
¿Qué se Espera para el Resto de 2025?
Las perspectivas del mercado sugieren que, si la inflación sigue bajando y el Banco de la República continúa reduciendo su tasa de intervención, la tasa de usura podría estabilizarse o incluso comenzar a descender en el segundo semestre del año.
Sin embargo, todo dependerá del comportamiento económico global, la presión fiscal, la demanda de crédito y las decisiones que tome el gobierno en materia de política económica.
Conclusión
El aumento de la tasa de usura por tercera vez en 2025 es una señal clara de que el costo del crédito sigue siendo elevado en Colombia. Aunque responde a factores macroeconómicos y técnicos, su impacto es directo sobre la economía de los hogares y empresas.
En este contexto, la prudencia financiera, la planificación del gasto y el monitoreo de las tasas son fundamentales para evitar el sobreendeudamiento y mantener la estabilidad económica personal y familiar.
Fuentes: MSN Noticias, Superintendencia Financiera de Colombia