
Las llantas son el único punto de contacto entre su vehículo y la carretera. Su buen estado es fundamental para garantizar una conducción segura, eficiente y cómoda. Sin embargo, muchas veces no prestamos la atención necesaria a su desgaste y condición. Saber cuándo es el momento adecuado para reemplazarlas puede evitar accidentes, mejorar el rendimiento del vehículo y optimizar el consumo de combustible. A continuación, le presentamos una guía completa con los indicadores más importantes para saber cuándo cambiar sus llantas.
1. Profundidad de la Banda de Rodamiento
La banda de rodamiento es el área de la llanta que entra en contacto directo con el pavimento. Esta parte tiene ranuras que ayudan a evacuar el agua, mejorar el agarre y mantener la estabilidad. La profundidad de estas ranuras es uno de los principales indicadores del desgaste de una llanta. En la mayoría de los países, la profundidad mínima legal es de 1,6 mm.

Para verificar el desgaste de la banda de rodamiento:
- Indicadores de desgaste (TWI): Las llantas tienen pequeños relieves dentro de las ranuras que se hacen visibles cuando el desgaste es excesivo. Si estos indicadores están al nivel de la banda de rodamiento, es momento de cambiar la llanta.
- Prueba de la moneda: Inserte una moneda en la ranura. Si puede ver la parte superior de la moneda, significa que la banda de rodamiento está demasiado desgastada.
Un desgaste excesivo en la banda de rodamiento aumenta el riesgo de hidroplaneo en superficies mojadas y disminuye significativamente la capacidad de frenado.
2. Signos Visuales de Desgaste o Daño
Además del desgaste en la banda de rodamiento, hay otros signos visibles que indican que es necesario reemplazar las llantas:
- Desgarros, cortes o grietas: Fisuras visibles en el costado de la llanta pueden indicar que el caucho se está deteriorando, lo que aumenta el riesgo de reventones.
- Manchas o decoloraciones: Áreas descoloridas pueden ser una señal de envejecimiento del material o de exposición prolongada al sol y a productos químicos.
- Abultamientos o deformaciones: Protuberancias en los costados sugieren que hay daños internos en la estructura de la llanta, lo cual puede provocar un fallo repentino.
- Exposición de lonas: Si las fibras o lonas internas son visibles, significa que la llanta ha alcanzado un nivel crítico de desgaste.
- Desprendimiento de la banda de rodamiento: Si la banda de rodamiento comienza a separarse del resto de la llanta, es necesario reemplazarla de inmediato para evitar accidentes.
3. Antigüedad de las Llantas
Las llantas no solo se desgastan por el uso, sino también por el paso del tiempo. El caucho se deteriora con los años, incluso si el vehículo no se usa con frecuencia. La mayoría de los fabricantes recomiendan:
- Inspeccionar las llantas a partir de los 5 años de uso.
- Reemplazar las llantas después de 10 años, independientemente de su estado visual.
La fecha de fabricación de una llanta se puede encontrar en su costado, en un código de cuatro dígitos. Los dos primeros números indican la semana de fabricación y los dos últimos el año. Por ejemplo, el código “2319” significa que la llanta fue fabricada en la semana 23 del año 2019.
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4. Vibraciones Inusuales Durante la Conducción
Si experimenta vibraciones anormales mientras conduce, especialmente a altas velocidades, podría ser una señal de que sus llantas están desgastadas o desequilibradas. Las vibraciones pueden deberse a:
- Desgaste irregular: Producido por una alineación incorrecta o presión inadecuada.
- Daños estructurales: Como abultamientos o cortes internos que afectan la estabilidad de la llanta.
- Desbalanceo de las ruedas: Puede causar vibraciones y desgaste prematuro de la suspensión.
5. Condiciones de Uso y Mantenimiento
El cuidado y mantenimiento adecuado de las llantas puede prolongar su vida útil, pero ciertos factores pueden acelerar su desgaste:
- Presión inadecuada: Conducir con una presión incorrecta provoca un desgaste desigual y reduce la eficiencia de combustible.
- Golpes contra bordillos: Pueden dañar la estructura interna de la llanta y causar abultamientos.
- Sobrecarga del vehículo: Exceder la capacidad de carga recomendada aumenta el estrés en las llantas y acelera su desgaste.
- Falta de alineación: Una alineación incorrecta hace que las llantas se desgasten de manera desigual y afecta la estabilidad del vehículo.
Conclusión: La Seguridad Comienza con un Buen Mantenimiento
Revisar regularmente el estado de sus llantas y reemplazarlas a tiempo es esencial para una conducción segura y eficiente. No esperar a que aparezcan signos evidentes de desgaste o daño puede prevenir accidentes graves. Mantenga sus llantas en buen estado, realice inspecciones periódicas y asegúrese de seguir las recomendaciones del fabricante.
Fuente: El Espectador