Un grupo de turistas argentinos que eligieron pasar sus vacaciones en Cartagena de Indias regresó a casa con un sabor amargo. Lejos de encontrar el paraíso que promocionan las guías de viaje, se encontraron con playas descuidadas, un ambiente poco acogedor y situaciones incómodas que empañaron su experiencia. Este episodio abre un debate sobre la calidad del turismo en una de las ciudades más visitadas de Colombia y los desafíos que enfrenta para sostener su reputación internacional.
“Hubiera sido mejor quedarnos en casa viendo la tele”, fue la frase que resumió el sentimiento de los turistas tras visitar la ciudad amurallada. Según relatan, lo que prometía ser un descanso soñado terminó siendo un cúmulo de decepciones. Desde la presencia constante de vendedores ambulantes hasta playas con poca limpieza, los visitantes argentinos expresaron su frustración en redes sociales y medios locales.
Uno de los factores que más incomodó a los turistas fue el asedio de vendedores informales que, según sus palabras, no les permitía disfrutar del mar sin interrupciones. Este problema no es nuevo en Cartagena y ha sido objeto de múltiples críticas, pero aún persiste por la falta de una regulación clara que equilibre la actividad económica informal con la experiencia turística.
Otro punto crítico fue el estado de las playas públicas. Varios de los visitantes señalaron que encontraron acumulación de basura, colillas de cigarrillo y restos de plástico en la arena. La experiencia distaba mucho de las imágenes idílicas que se usan para promocionar la ciudad. Aunque algunas playas privadas ofrecen mejores condiciones, el acceso a ellas implica un costo adicional que muchos no contemplan al planear su viaje.
Las denuncias también se extendieron a los problemas de infraestructura y servicios. Falta de baños públicos, duchas en mal estado y la ausencia de señalización adecuada fueron solo algunos de los aspectos mencionados. Estas deficiencias afectan la percepción de los turistas y plantean dudas sobre la preparación de Cartagena para atender la creciente demanda turística, especialmente en temporada alta.
Cartagena ha sido históricamente uno de los destinos más importantes de América Latina, reconocida por su arquitectura colonial, playas caribeñas y vida nocturna. Sin embargo, el creciente flujo de turistas sin una planificación urbana adecuada puede estar deteriorando su atractivo. Expertos en turismo señalan que la ciudad enfrenta el riesgo de turistificación desordenada, donde la masificación sin control afecta tanto a locales como a visitantes.
Según la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco), Cartagena ha visto un aumento significativo en la llegada de turistas internacionales. Sin embargo, este crecimiento no siempre se ha traducido en mejoras en infraestructura ni en una mejor gestión del destino. “No se trata solo de traer visitantes, sino de ofrecerles una experiencia satisfactoria para que vuelvan y recomienden el lugar”, señaló un representante de Cotelco Bolívar.
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Tras la viralización de los comentarios negativos, autoridades locales como Corpoturismo emitieron un comunicado indicando que están trabajando en medidas para mejorar la experiencia turística. Se anunció una campaña de cultura ciudadana, mayor control sobre el comercio informal y un plan piloto de limpieza de playas. No obstante, los resultados de estas acciones aún están por verse y su implementación efectiva es clave para recuperar la imagen del destino.
Más allá de las quejas específicas, este episodio invita a reflexionar sobre la importancia de gestionar el turismo con una visión integral. Un destino turístico no solo se construye con atractivos naturales o patrimoniales, sino también con servicios adecuados, atención al detalle y sostenibilidad. La experiencia de los turistas argentinos debería servir como un llamado de atención para todos los actores del sector turístico cartagenero.
La decepción de turistas argentinos en Cartagena pone en evidencia un problema estructural que podría comprometer el futuro turístico de la ciudad. Si bien sigue siendo un destino con un enorme potencial, necesita mejorar aspectos clave como la limpieza, la regulación del comercio informal, la infraestructura básica y la atención al visitante. En un mercado global altamente competitivo, la reputación se construye —y también se pierde— con rapidez. Para Cartagena, es momento de actuar con decisión si quiere mantener su posición como joya del Caribe colombiano.
Fuentes: Infobae Colombia, Cotelco, Corpoturismo Cartagena
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