
En los últimos años, Bari, la capital de la región de Apulia (Puglia), ha ganado protagonismo como uno de los destinos emergentes preferidos por los turistas belgas. Esta ciudad portuaria del sur de Italia se ha convertido en un punto de atracción no solo por sus paisajes y monumentos, sino por una fórmula que resulta especialmente atractiva: sol garantizado, autenticidad cultural y precios accesibles. En un contexto en el que el turismo busca cada vez más experiencias auténticas lejos del bullicio de los grandes centros, Bari ofrece una alternativa equilibrada entre tradición y modernidad.
Clima privilegiado todo el año
Uno de los principales factores que ha impulsado el interés por Bari entre los turistas belgas es su excelente clima mediterráneo. La ciudad goza de unos 300 días de sol al año, lo que la convierte en un refugio ideal frente a los inviernos grises y fríos del norte de Europa. Incluso en los meses de otoño e invierno, Bari mantiene temperaturas suaves, lo que permite actividades al aire libre durante todo el año, ya sea recorrer sus paseos marítimos, visitar monumentos históricos o disfrutar de una comida en una terraza.
Una joya patrimonial aún por descubrir
Lejos de las multitudes que abarrotan destinos italianos como Roma, Florencia o Venecia, Bari ofrece una experiencia más tranquila y genuina. El casco antiguo, conocido como Bari Vecchia, es un laberinto de calles adoquinadas, donde es habitual ver a los vecinos elaborando orecchiette (pasta típica) en las puertas de sus casas. La Basílica de San Nicolás, el Castillo Normando-Suevo y la Catedral de San Sabino son solo algunas de las joyas arquitectónicas que componen un patrimonio rico en historia y espiritualidad. Esta mezcla de lo cotidiano y lo monumental crea una experiencia cultural envolvente y cercana.

Costos que seducen: turismo de calidad a buen precio
Una de las razones clave por las que Bari se ha vuelto tan popular entre los belgas es su excelente relación calidad-precio. Mientras que en otros destinos europeos una comida puede costar más de 20 euros, en Bari es habitual disfrutar de un menú completo por entre 8 y 12 euros. Esto incluye entrantes, plato principal, vino local y postre. La gastronomía pugliese, centrada en productos frescos, aceite de oliva, verduras de temporada, pescado y pasta artesanal, ha sido reconocida a nivel internacional por su sabor y su valor nutricional.
Además, el alojamiento es igualmente competitivo. Se pueden encontrar hoteles de 3 estrellas desde 40 o 50 euros la noche, con desayuno incluido, lo que convierte a Bari en una opción accesible tanto para escapadas cortas como para estancias prolongadas.
Conectividad directa y fácil acceso
Otro de los factores que ha impulsado esta tendencia turística es la conectividad aérea entre Bélgica e Italia. En los últimos años, aerolíneas low cost han aumentado la frecuencia de vuelos directos desde Bruselas y Charleroi hacia el aeropuerto de Bari-Karol Wojtyla. Estos vuelos, que en temporada baja pueden costar menos de 40 euros ida y vuelta, hacen que el viaje sea no solo económico, sino también cómodo y rápido.
Una vez en destino, Bari ofrece un sistema de transporte público eficaz, aunque muchos turistas optan por alquilar bicicletas o scooters para recorrer la ciudad a su ritmo. La movilidad es sencilla, ya que la mayoría de los atractivos turísticos se encuentran a corta distancia unos de otros.
Te puede interesar: Wuppertal: La Ciudad del Tren Colgante en Alemania
Turismo responsable y crecimiento controlado
Una de las grandes ventajas de Bari como destino emergente es que aún conserva una densidad turística moderada. Esto permite a los viajeros vivir una experiencia más auténtica, sin la masificación que afecta a otros puntos turísticos del país. Además, las autoridades locales están apostando por un modelo de turismo sostenible, promoviendo el respeto por el entorno y la integración del visitante con la vida cotidiana local.
Esta estrategia está dando resultados: muchos visitantes repiten su estancia o incluso extienden su viaje a otros rincones de Apulia, como Alberobello, Lecce, Polignano a Mare o Matera (en la vecina región de Basilicata). Bari actúa así como puerta de entrada a una Italia menos conocida, pero igualmente fascinante.
Conclusión
Bari se ha convertido en el destino de moda para los turistas belgas no por casualidad, sino por una serie de factores que convergen: clima agradable, riqueza cultural, hospitalidad local, precios accesibles y buena conectividad. Frente al turismo de masas, Bari ofrece una experiencia auténtica, tranquila y enriquecedora. Todo indica que esta ciudad del sur de Italia seguirá ganando protagonismo en el mapa turístico europeo, manteniendo su esencia y consolidándose como una alternativa ideal para quienes buscan algo más que una postal.
Fuentes: