
A lo largo de la historia, ciertas ciudades han perdurado por milenios, resistiendo guerras, catástrofes naturales y cambios de imperios. Estas urbes no solo representan el origen de la civilización urbana, sino también son testimonio vivo del desarrollo cultural, político y social de la humanidad. En este artículo exploramos las ciudades más antiguas del mundo que aún están habitadas, y que conservan vestigios de un pasado remoto, pero fascinante.
1. Damasco, Siria – Más de 11.000 años
Reconocida por muchos historiadores como la ciudad más antigua continuamente habitada del mundo, Damasco ha sido epicentro de comercio y cultura durante milenios. Su historia se remonta a por lo menos el año 9.000 a.C. y ha sido influenciada por imperios como el romano, bizantino, islámico y otomano.
A pesar de los recientes conflictos, Damasco mantiene su relevancia histórica, con lugares como la Gran Mezquita de los Omeyas y su casco antiguo, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

2. Jericó, Palestina – Más de 10.000 años
Ubicada cerca del río Jordán, Jericó es otra de las ciudades más antiguas con evidencia arqueológica de asentamientos humanos desde el año 8.000 a.C. Se destacan sus murallas antiguas y torres defensivas que evidencian una sociedad organizada desde los albores de la civilización.
Su localización estratégica y acceso a fuentes de agua la convirtieron en un punto clave para el desarrollo agrícola del Neolítico.
3. Biblos, Líbano – Más de 7.000 años
Biblos (o Byblos) fue una ciudad portuaria fenicia que se remonta al año 5.000 a.C. Es considerada el lugar donde nació el alfabeto fenicio, antecesor del alfabeto griego y, por tanto, del moderno alfabeto latino.
Hoy, Biblos combina ruinas arqueológicas con una ciudad viva que atrae turistas interesados en su legado cultural y arquitectónico. La ciudad vieja, el castillo cruzado y los templos fenicios son imperdibles.
4. Alepo, Siria – Más de 8.000 años
Situada al norte de Siria, Alepo ha sido una encrucijada de rutas comerciales desde tiempos prehistóricos. Documentos sumerios ya mencionaban su existencia hacia el 3.000 a.C. Fue clave para los imperios hitita, griego, romano y árabe.
Su ciudadela medieval, bazares y arquitectura islámica la hacían un sitio invaluable, aunque lamentablemente sufrió daños severos durante la guerra civil siria.
5. Susa, Irán – Más de 6.000 años
Susa fue una de las capitales del antiguo imperio elamita y más tarde del Imperio Persa. Ubicada al suroeste de Irán, se remonta a cerca del año 4.000 a.C., siendo mencionada incluso en textos bíblicos.
Fue un importante centro administrativo y religioso. Las ruinas de su palacio y el Ziguratt de Choga Zanbil son evidencias de su pasado glorioso.
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6. Varanasi, India – Más de 3.000 años
Varanasi, también conocida como Benarés, es la ciudad sagrada más antigua de la India y una de las más longevas del mundo. Fundada en torno al 1.200 a.C., se dice que fue establecida por el dios Shiva.
Es considerada la capital espiritual del hinduismo, con miles de templos y ghats que bordean el río Ganges, donde los fieles realizan rituales de purificación y cremación.
7. Atenas, Grecia – Más de 3.400 años
La cuna de la democracia occidental, Atenas ha estado habitada ininterrumpidamente desde al menos el 1.400 a.C. Fue una de las ciudades-estado más influyentes del mundo antiguo, impulsora de la filosofía, el teatro y la política.
La Acrópolis de Atenas, el Partenón y su centro histórico atraen millones de visitantes cada año, manteniendo viva la conexión entre el pasado clásico y la vida moderna.
8. Plovdiv, Bulgaria – Más de 6.000 años
Menos conocida que otras ciudades de esta lista, Plovdiv ha sido habitada desde el año 4.000 a.C. y fue una importante urbe romana en la región de Tracia. Hoy, combina ruinas antiguas con una ciudad vibrante.
Su teatro romano, su casco antiguo y su mezcla arquitectónica entre otomano, búlgaro y renacentista la convierten en un destino histórico imperdible.
Conclusión
Estas ciudades milenarias no son solo datos en los libros de historia, sino espacios vivos que continúan evolucionando sin perder su alma ancestral. Caminar por sus calles es viajar en el tiempo, revivir épocas pasadas y comprender las raíces de nuestra civilización.
Conservar su patrimonio es fundamental para seguir entendiendo el legado de la humanidad y transmitirlo a futuras generaciones.
Fuentes: MSN Noticias, UNESCO, Enciclopedia Britannica