
Japón, reconocido por su rica cultura y paisajes impresionantes, ha experimentado un auge turístico sin precedentes. En 2024, el país registró un récord de 36,87 millones de visitantes internacionales, consolidándose como uno de los destinos más atractivos del mundo. Sin embargo, contrasta notablemente el hecho de que solo el 17% de los ciudadanos japoneses posee un pasaporte, lo que indica una baja tendencia a viajar al extranjero. Esta paradoja plantea interrogantes sobre las razones detrás de la reticencia de los japoneses a explorar más allá de sus fronteras.
Un Pasaporte Poderoso, pero Infrautilizado
El pasaporte japonés es considerado uno de los más fuertes a nivel mundial, permitiendo el acceso sin visa a 190 países. A pesar de esta ventaja, la tasa de posesión de pasaportes en Japón es sorprendentemente baja. Antes de la pandemia, alrededor del 24% de los japoneses tenía pasaporte, cifra que ha disminuido al 17% en años recientes. En comparación, aproximadamente el 60% de los ciudadanos británicos y el 50% de los estadounidenses poseen pasaportes, lo que resalta la particularidad del caso japonés.
Factores Económicos: El Impacto del Yen Débil
Uno de los principales factores que desincentivan los viajes al extranjero es la depreciación del yen. Desde 2019, el yen ha perdido cerca del 30% de su valor, encareciendo significativamente los costos de los viajes internacionales. En 2019, los viajeros japoneses gastaron en promedio ¥277,000 (aproximadamente $1,837) por viaje. Para 2024, este costo aumentó a ¥347,000 ($2,303), representando un incremento del 25%. Este aumento, sumado al estancamiento salarial que Japón ha experimentado durante décadas, hace que muchos ciudadanos opten por destinos nacionales más asequibles.

Culturales y Laborales: Preferencia por lo Local y Limitaciones de Vacaciones
Además de las razones económicas, existen factores culturales y laborales que influyen en la baja tasa de viajes al extranjero. La barrera del idioma y la falta de vacaciones consecutivas son algunas de las razones por las que se prefieren los viajes nacionales. Los entornos de trabajo que dificultan las vacaciones pagadas también son un factor importante. Japón ofrece una amplia variedad de destinos turísticos internos, desde ciudades históricas hasta paisajes naturales, lo que incentiva a sus ciudadanos a explorar su propio país en lugar de aventurarse al extranjero.
Consecuencias para la Competitividad Global
La tendencia de los japoneses a no viajar al extranjero podría tener implicaciones en la competitividad global de Japón. La falta de exposición a culturas y mercados internacionales puede limitar la perspectiva global de las nuevas generaciones, afectando la capacidad del país para adaptarse y competir en un mundo cada vez más interconectado. La Asociación Japonesa de Agentes de Viajes (JATA) ha expresado su preocupación al respecto, destacando la necesidad de fomentar una mayor movilidad internacional entre los jóvenes japoneses.
El Auge del Turismo Receptivo: Japón como Destino Preferido
Mientras los japoneses muestran reticencia a viajar al extranjero, el país ha experimentado un boom en el turismo receptivo. En diciembre de 2024, Japón registró un récord de 3,49 millones de turistas en un solo mes, cerrando el año con 36,87 millones de visitantes internacionales. Factores como la devaluación del yen han hecho que Japón sea un destino más asequible para los extranjeros, incentivando la llegada de turistas de todo el mundo. Este incremento ha beneficiado la economía local, especialmente en sectores como la hostelería, la gastronomía y el comercio.
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Desafíos del Sobreturismo: El Caso de Kioto
El incremento masivo de turistas ha generado desafíos significativos en ciertas regiones, siendo Kioto un ejemplo destacado. Zonas como Higashiyama o Arashiyama, que reciben cerca de 50 millones de visitantes cada año, están tan atestadas que no puedes caminar por ellas. Los autobuses van hasta los topes y si quieres tomar uno, antes tienes que resignarte a dejar pasar varios. Además, la falta de civismo por parte de algunos turistas ha generado problemas como basura en las calles y comportamientos inapropiados hacia las maiko (aprendices de geisha). Estos desafíos han llevado a las autoridades locales a implementar medidas para gestionar el flujo turístico y preservar la calidad de vida de los residentes.
Perspectivas Futuras: ¿Cambios en el Horizonte?
Para revertir la tendencia de la baja posesión de pasaportes y fomentar los viajes al extranjero, Japón enfrenta varios desafíos. Es esencial fortalecer el yen y mejorar las condiciones económicas para que los viajes internacionales sean más asequibles para sus ciudadanos. Además, promover políticas laborales que permitan vacaciones más flexibles y prolongadas podría incentivar a más japoneses a explorar otros países. Fomentar el aprendizaje de idiomas extranjeros y la educación intercultural desde temprana edad también podría reducir las barreras culturales que limitan los viajes internacionales.
Conclusión
La paradoja de Japón, con un turismo entrante en auge y una población que viaja poco al extranjero, refleja una combinación de factores económicos, culturales y laborales. Mientras el país se beneficia del incremento de visitantes internacionales, es crucial abordar las causas subyacentes que limitan la movilidad internacional de sus ciudadanos. Fomentar una mayor apertura al mundo exterior no solo enriquecería la experiencia personal de los japoneses, sino que también fortalecería la posición de Japón en el escenario global.
Fuentes: