La morcilla colombiana, también conocida como “rellena“, es un embutido emblemático de la gastronomía del país. Aunque sus orígenes se remontan a Europa, en Colombia ha evolucionado incorporando ingredientes autóctonos y técnicas tradicionales, convirtiéndose en un plato esencial en celebraciones, festivales y reuniones familiares. A continuación, se presenta la receta original para preparar una auténtica morcilla colombiana en casa.
Comience lavando las tripas de cerdo con abundante agua y jugo de limón para eliminar cualquier residuo y olor. Luego, sumérjalas en una solución de agua con vinagre durante 30 minutos. Enjuague nuevamente con agua fría y reserve.
En un recipiente grande, mezcle la sangre de cerdo previamente colada para eliminar coágulos, el arroz cocido, la cebolla larga, el ajo, el cilantro, el orégano, el comino, la sal y la pimienta. Agregue la manteca de cerdo derretida y mezcle hasta obtener una preparación homogénea.
Utilizando un embudo o una manga pastelera, rellene las tripas con la mezcla anterior, procurando no llenarlas en exceso para evitar que revienten durante la cocción. Ate los extremos con hilo de cocina, formando porciones de aproximadamente 10 centímetros de largo.
En una olla grande, caliente agua sin llevarla a ebullición. Introduzca las morcillas y cocínelas a fuego medio durante 40-50 minutos, evitando que el agua hierva para prevenir que las tripas se revienten. Para comprobar que están bien cocidas, pinche una con un palillo; si el líquido que sale es claro, están listas.
Retire las morcillas del agua y colóquelas en una bandeja para que se enfríen a temperatura ambiente. Una vez frías, pueden guardarse en refrigeración hasta por cinco días o congelarse para su conservación a largo plazo.
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La morcilla colombiana se disfruta de múltiples maneras. Se puede asar a la parrilla, freír o simplemente calentar antes de servir. Tradicionalmente, se acompaña con arepas, papa cocida o plátano maduro frito. También es común encontrarla en la famosa picada colombiana, junto con chorizo, chicharrón y otras delicias típicas.
La morcilla colombiana es una joya gastronómica que refleja la riqueza cultural y culinaria del país. Su combinación de ingredientes autóctonos y técnicas tradicionales la convierten en un plato imprescindible en la cocina colombiana. Prepararla en casa no solo permite disfrutar de su sabor auténtico, sino también mantener viva una tradición que ha pasado de generación en generación.
Fuente: Infobae
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