La segunda temporada de The Last of Us continúa ganando terreno con cada nuevo episodio. El capítulo 2×03 ha dejado una profunda impresión tanto en los fans del videojuego como en quienes siguen la serie por primera vez. Bajo la dirección de Ali Abbasi, el episodio nos sumerge en un relato intenso, crudo y lleno de matices emocionales, que reafirma la calidad narrativa de esta adaptación.
El capítulo titulado “Sombras del Pasado” pone el foco en la evolución de personajes clave y nos da un respiro de la acción frenética del episodio anterior para explorar el impacto psicológico del apocalipsis en sus protagonistas. A través de una estructura pausada y cinematográfica, la historia teje recuerdos, traumas y motivaciones con maestría.
Uno de los elementos más potentes del episodio es la profundización en la psique de Ellie. La joven, interpretada con fuerza emocional por Bella Ramsey, enfrenta el peso de su inmunidad y la carga simbólica de ser “la salvación” en un mundo sin esperanza. Vemos una Ellie más introspectiva, marcada por las pérdidas y la desconfianza, pero aún con destellos de humanidad.
El guion permite momentos de diálogo silencioso, donde el lenguaje corporal dice más que las palabras. La dirección de fotografía refuerza este tono íntimo con planos cerrados y colores fríos, creando una atmósfera melancólica.
Por su parte, Joel (Pedro Pascal) sigue lidiando con su culpa y responsabilidad. El episodio muestra cómo su vínculo con Ellie comienza a cambiar, alejándose del pragmatismo inicial para dar paso a una conexión más emocional. La actuación de Pascal es contenida pero intensa, capturando el conflicto interno de un hombre que ha perdido demasiado.
Uno de los momentos más impactantes llega con el flashback de Sarah, la hija de Joel. En apenas unos minutos, el episodio nos recuerda el origen de su trauma, aportando una nueva capa de complejidad al personaje y reforzando el paralelismo con su relación actual con Ellie.
En una jugada audaz, el episodio incluye una subtrama paralela protagonizada por Abby (aparición breve pero significativa), anticipando su rol central en los próximos episodios. Aunque no se la menciona por su nombre, los fans del juego reconocerán las señales. Esta inclusión no solo expande el universo, sino que también prepara el terreno emocional para los eventos venideros.
Además, se introduce un nuevo personaje secundario, Owen, cuyo desarrollo rápido pero efectivo crea un contraste entre las distintas formas de sobrevivir al apocalipsis. Su interacción con Ellie añade tensión narrativa y ambigüedad moral, un sello distintivo de la franquicia.
La dirección de Ali Abbasi es impecable. Apuesta por un ritmo contemplativo que permite a los personajes respirar y al espectador conectar de manera más profunda. La música, compuesta por Gustavo Santaolalla, vuelve a brillar con melodías suaves y dolorosas que acompañan los momentos más íntimos con una elegancia conmovedora.
El uso del silencio también es destacado. En varias escenas, la ausencia de sonido potencia la tensión y el dramatismo, generando una experiencia audiovisual absorbente.
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La crítica especializada ha recibido el episodio 2×03 de forma muy positiva. Medios como Variety y IGN lo calificaron como uno de los más potentes emocionalmente hasta ahora. Los fans han destacado en redes sociales la profundidad de los personajes y el respeto por el material original, al tiempo que se valora la libertad creativa que le da identidad propia a la serie.
Con este episodio, The Last of Us deja claro que no solo es una historia de supervivencia, sino también un estudio humano sobre el amor, la pérdida y la redención. Todo apunta a que los próximos capítulos nos llevarán a terrenos aún más oscuros, emocionalmente intensos y éticamente complejos.
El adelanto del episodio 2×04 promete más acción y el inicio del arco central con Abby, lo que ha generado una mezcla de entusiasmo y ansiedad entre la comunidad. La serie continúa su camino como una de las adaptaciones más sólidas y emocionalmente resonantes del mundo del videojuego.
El episodio 2×03 de The Last of Us es una pieza maestra de construcción emocional. Con un ritmo pausado pero efectivo, actuaciones magistrales y una dirección sensible, se convierte en un punto de inflexión para la narrativa. Aporta profundidad, humanidad y matices, consolidando a la serie como un referente moderno de cómo adaptar videojuegos con fidelidad y personalidad propia.
Fuentes: Hobby Consolas, HBO The Last of Us
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