
La actividad física es fundamental para mantener la salud a cualquier edad. Sin embargo, recientes investigaciones sugieren que existe una ventana de oportunidad óptima para comenzar a ejercitarse si se quieren maximizar los beneficios a largo plazo. En este artículo exploramos los hallazgos más recientes sobre cuándo es mejor iniciar el ejercicio y por qué nunca deberíamos dejar de movernos.
La Importancia del Ejercicio a lo Largo de la Vida
El ejercicio regular tiene beneficios comprobados, entre ellos el fortalecimiento del sistema cardiovascular, la mejora de la salud mental, el control del peso corporal y la reducción del riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana para adultos.
¿Existe una Edad Ideal para Comenzar a Hacer Ejercicio?
Un estudio reciente publicado en el Journal of Physiology indica que si bien nunca es tarde para comenzar a hacer ejercicio, el cuerpo responde de manera más eficiente cuando la actividad física se inicia en etapas tempranas o medias de la vida adulta. Los investigadores descubrieron que comenzar a ejercitarse antes de los 40 años optimiza la adaptación del sistema cardiovascular y mejora significativamente la longevidad.

Los Cambios Fisiológicos Después de los 40
A medida que envejecemos, nuestro cuerpo experimenta cambios naturales como la pérdida de masa muscular (sarcopenia), disminución de la densidad ósea y menor flexibilidad vascular. Estos cambios hacen que iniciar un programa de ejercicio más tarde en la vida siga siendo beneficioso, pero menos efectivo en términos de reversión de daños existentes.
¿Qué Beneficios Tiene Comenzar Tarde?
La buena noticia es que, incluso iniciando a una edad avanzada, la actividad física ofrece numerosos beneficios:
- Mejora la función cardiovascular.
- Incrementa la fuerza y resistencia muscular.
- Reduce el riesgo de caídas al mejorar el equilibrio.
- Favorece la salud mental al disminuir la incidencia de depresión y ansiedad.
- Ayuda a mantener la independencia funcional en edades avanzadas.
Estudio: La Ventana de Oportunidad
El mencionado estudio advierte que la ventana metabólica óptima para moldear una salud cardiovascular robusta parece cerrarse gradualmente después de los 50 años. Aunque los beneficios de moverse son evidentes a cualquier edad, el impacto en la elasticidad arterial, por ejemplo, es mucho mayor si la actividad física se incorpora de manera constante antes de esa etapa.
Datos Clave del Estudio
El estudio, realizado con una muestra de más de 5.000 participantes, encontró que aquellos que mantuvieron actividad física regular desde jóvenes presentaban:
- Un 30% menor riesgo de enfermedad cardíaca.
- Un 25% mayor capacidad pulmonar.
- Un índice de masa corporal (IMC) más saludable.
- Una calidad de sueño superior.
Recomendaciones Para Cada Edad
La clave es adaptar el tipo de ejercicio a cada etapa de la vida:
Antes de los 40
Se recomienda enfocarse en la resistencia cardiovascular (correr, nadar, ciclismo) y el entrenamiento de fuerza para maximizar la masa muscular.
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Entre 40 y 60 años
Es crucial incorporar actividades de fortalecimiento óseo (levantamiento de pesas moderado) y ejercicios de flexibilidad como yoga o pilates.
Después de los 60
El énfasis debe estar en mantener la movilidad, con caminatas diarias, ejercicios de equilibrio y rutinas suaves de fortalecimiento muscular.
La Constancia Es la Clave
Más allá de la edad de inicio, los expertos coinciden en que la constancia es el factor más determinante en la obtención de beneficios a largo plazo. Comenzar lentamente, establecer metas realistas y disfrutar del proceso son estrategias fundamentales para mantener el ejercicio como parte integral de la vida.
Conclusión
Si bien nunca es demasiado tarde para empezar a ejercitarse y mejorar la salud, los estudios recientes subrayan la importancia de iniciar cuanto antes para maximizar los beneficios físicos y cardiovasculares. Cada etapa de la vida ofrece una oportunidad única para fortalecer el cuerpo y la mente. Lo más importante es moverse hoy, de la forma que sea posible, y mantener esa decisión firme a lo largo del tiempo.
Fuentes: Organización Mundial de la Salud (OMS), Journal of Physiology