En el ámbito del aprendizaje, es común que los estudiantes dediquen largas horas al estudio, solo para descubrir que olvidan gran parte de la información en poco tiempo. Este fenómeno se debe a la curva del olvido, un concepto introducido por el psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus en el siglo XIX. Según sus investigaciones, olvidamos entre el 70% y el 80% de lo que hemos aprendido en los últimos 30 días si no lo repasamos durante ese periodo. Para contrarrestar este efecto, se ha desarrollado la Técnica 2-7-30, una estrategia de repaso que optimiza la retención de conocimientos.
Comprendiendo la Curva del Olvido
Ebbinghaus demostró que la memoria se deteriora rápidamente si no se refuerza la información adquirida. Su famosa curva del olvido muestra que, sin repasos periódicos, el cerebro clasifica la información como prescindible y termina desechándola al rincón del olvido. Esta pérdida es más pronunciada en los primeros días tras el aprendizaje, estabilizándose con el tiempo. Por lo tanto, es esencial implementar técnicas de repaso que refuercen la memoria en momentos clave.
¿En qué consiste la Técnica 2-7-30?
La Técnica 2-7-30 establece un calendario de repaso específico para consolidar la información en la memoria a largo plazo. Su funcionamiento se basa en tres momentos clave de revisión:
- Primer repaso a las 2 días: Se realiza una primera revisión del material de estudio a las 48 horas posteriores a la primera exposición a la información. Esto refuerza la memoria a corto plazo y evita el olvido inmediato.
- Segundo repaso a los 7 días: Una semana después del primer estudio, se repasa nuevamente el contenido, permitiendo que el cerebro refuerce las conexiones neuronales asociadas a la información.
- Tercer repaso a los 30 días: Un mes después del primer aprendizaje, se hace un último repaso. A este punto, la información ya está firmemente establecida en la memoria a largo plazo.
Este método aprovecha los momentos óptimos en los que el cerebro está a punto de olvidar la información, lo que refuerza la memoria de manera eficiente.
Beneficios de la Técnica 2-7-30
La implementación de este sistema de repaso ofrece múltiples ventajas:
- Mayor retención de información: Al reforzar la memoria en momentos clave, se evita el olvido progresivo y se mejora la capacidad de recordar datos a largo plazo.
- Optimización del tiempo de estudio: En lugar de estudiar repetidamente sin un método claro, los repasos programados permiten maximizar el aprendizaje con menor esfuerzo.
- Reducción del estrés académico: Saber que hay un plan estructurado para recordar información ayuda a reducir la ansiedad relacionada con los exámenes y pruebas.
- Aplicación en diversas áreas: No solo es útil para estudiantes, sino también para profesionales que necesitan recordar información clave en su ámbito laboral.
Te puede interesar: El error común que deben evitar todos los propietarios de una freidora de aire
¿Cómo aplicar esta técnica de manera efectiva?
Para que la Técnica 2-7-30 funcione correctamente, es recomendable seguir estos consejos:
- Usar herramientas de organización: Aplicaciones como Google Calendar, Notion o recordatorios en el móvil pueden ser útiles para programar los repasos de manera automática.
- Variar los métodos de repaso: No basta con releer la información; es mejor utilizar técnicas activas como la autoevaluación, resúmenes, mapas mentales o explicar el contenido a otra persona.
- Evitar distracciones: Al momento de repasar, es importante hacerlo en un ambiente libre de interrupciones para asegurar una mejor concentración y asimilación de la información.
- Combinar con la técnica de recuperación activa: En lugar de solo leer, intentar recordar la información sin mirar las notas antes de verificar la respuesta ayuda a fortalecer la memoria.
Conclusión
La Técnica 2-7-30 ha demostrado ser una estrategia eficaz para mejorar la memoria y consolidar el aprendizaje. En un mundo donde la sobrecarga de información es constante, aplicar métodos de estudio eficientes como este permite retener conocimientos de manera más efectiva, reduciendo el esfuerzo y la ansiedad asociados al estudio.
Implementar esta técnica en la rutina de aprendizaje puede marcar una gran diferencia en la manera en que procesamos y recordamos la información. Con una planificación adecuada y el uso de herramientas de apoyo, es posible optimizar el tiempo de estudio y mejorar significativamente la capacidad de retención a largo plazo.
Fuentes: Xataka
