
Este 2025, Asturias conmemora los 40 años del lanzamiento de su icónica marca turística “Asturias, Paraíso Natural”, una campaña que ha trascendido su propósito promocional para convertirse en un emblema regional. Creada en 1985, en un contexto donde el turismo en España estaba dominado por destinos de sol y playa, Asturias optó por una propuesta diferenciadora: promocionar sus montañas, su costa salvaje, su biodiversidad y su herencia cultural. Hoy, con cifras récord de visitantes, el Principado celebra este aniversario con orgullo, pero también con responsabilidad, anticipándose a un posible escenario de saturación turística.
Una marca convertida en identidad regional
La campaña “Asturias, Paraíso Natural” fue pionera en su enfoque. Mientras otras regiones competían por atraer turistas con propuestas basadas en clima y ocio masivo, Asturias apostó por un modelo basado en sostenibilidad, autenticidad y respeto al entorno. Esta estrategia ha dado frutos no solo a nivel turístico, sino también en términos de identidad: hoy, el lema está presente en documentos oficiales, matrículas de vehículos y en la percepción colectiva de los propios asturianos. La marca se ha transformado en un valor compartido, símbolo de orgullo local y modelo de desarrollo responsable.
Resultados turísticos: crecimiento con raíces
En cuatro décadas, Asturias ha pasado de ser una región poco considerada por el turismo nacional e internacional a consolidarse como uno de los principales destinos rurales y naturales de España. En 2024, se registraron más de 2,8 millones de visitantes y cerca de 8 millones de pernoctaciones, según datos del Gobierno del Principado. Este crecimiento ha sido progresivo y estructurado, evitando los efectos negativos del turismo de masas que han afectado a otras zonas del país. Gracias a un modelo descentralizado y vinculado al territorio, pueblos como Taramundi o Cabrales han encontrado en el turismo una vía para revitalizar su economía sin renunciar a su esencia.

El desafío del turismo masivo: planificación preventiva
Con el éxito llega el reto. El aumento sostenido del turismo obliga a las autoridades asturianas a repensar las políticas de gestión del flujo de visitantes, especialmente en enclaves naturales sensibles como los Lagos de Covadonga, los Picos de Europa o las playas vírgenes del occidente. Para ello, el gobierno regional ha comenzado a aplicar medidas proactivas, como:
- Regular el número de visitantes diarios en zonas protegidas, estableciendo cupos y horarios controlados.
- Reforzar el transporte público hacia destinos turísticos para reducir el impacto del coche privado.
- Imponer límites a los alojamientos turísticos, especialmente en áreas rurales donde la presión inmobiliaria pone en riesgo el acceso a la vivienda.
Estas acciones buscan evitar la degradación ambiental, el desplazamiento de la población local y la pérdida de autenticidad. La apuesta por un turismo sostenible es clara: no se trata de crecer a toda costa, sino de consolidar un modelo de convivencia entre visitantes y residentes.
40 años de campaña: más que una celebración, una reafirmación
Los actos conmemorativos del aniversario no se limitan a eventos simbólicos. La celebración de los 40 años de “Paraíso Natural” incluye:
- Un congreso internacional de turismo sostenible que reunirá a expertos de toda Europa para debatir sobre el futuro del sector.
- Exposiciones itinerantes que repasarán la historia de la campaña y su impacto en el desarrollo territorial asturiano.
- Programas educativos y talleres para sensibilizar a la ciudadanía y a los visitantes sobre la importancia del cuidado del entorno.
Estos eventos buscan reforzar el vínculo entre el desarrollo turístico y la conciencia ambiental, reafirmando el compromiso de Asturias con un futuro sostenible.
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Asturias ante el futuro: oportunidades y retos
El contexto global del turismo está cambiando. La búsqueda de destinos auténticos, alejados del turismo de masas, posiciona a Asturias como un referente europeo en eco-turismo, gastronomía local, actividades al aire libre y turismo cultural. Sin embargo, esta oportunidad también implica responsabilidades: mantener el equilibrio entre la demanda creciente y la protección del patrimonio natural y humano.
Las autoridades asturianas parecen tener claro que el éxito del modelo de “Paraíso Natural” se basa en su capacidad para integrar el turismo en la vida cotidiana de sus pueblos y paisajes, no como una imposición, sino como una herramienta de desarrollo local controlado.
Conclusión
Cuatro décadas después de su nacimiento, la marca “Asturias, Paraíso Natural” sigue más vigente que nunca. No solo ha convertido a la región en un destino turístico de referencia, sino que también ha ayudado a construir una narrativa de orgullo, sostenibilidad y futuro compartido. En un momento en que el turismo masivo amenaza con diluir identidades, Asturias ofrece una lección valiosa: es posible crecer sin perder el alma. La clave está en planificar, escuchar a los territorios y anteponer el bien común a las cifras. Porque en el verdadero paraíso natural, el equilibrio es lo primero.
Fuentes: